lunes, 1 de septiembre de 2008

Pérez Reverte y el coleccionismo

Sorprende encontrar a Don Arturo en los límites del coleccionismo.
Debe ser que, como todo buen -ismo de vanguardia que se precie, el coleccionismo ha de tener un sustento parcial en el mundo de la literatura. (Recuerdos a Dalí)
Un elemento característico de todo movimiento de vanguardia ha de ser la pasión. A Don arturo sí que le encontramos pasión: en las palabras, en su vehemencia también.
Los libros del Sr. Reverte son obras de un gran coleccionista. Colecciones de citas, de datos, de personajes... Y así cuando estos se tornan ficticios coleccionistas, Arturo se torna doble coleccionista, triple coleccionista...
Los encontramos en la tabla de Flandes, en el club Dumas, en el maestro de esgrima...
Habrá que ir encontrándolos poco a poco. Me comprometo desde aquí a mostrarlos.
Me sugiere todo esto la presencia de una idea: La vida como colección de vida, un per se retroalimentado. Coleccionemos vivencias pues.

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